¡En marcha!
Por Baltasar Aguilar Fleitas
Hay obras de arte de las que se puede hablar durante mucho tiempo, en las que es posible descubrir insólitos detalles y por si todo eso fuera poco, tienen una historia interesante y curiosa.
Es el caso de Ronda de noche del pintor Rembrandt (Países Bajos, 1606-1669).
Para empezar diremos que, aunque no lo parece, es un retrato. Si, un retrato colectivo, que estaban de moda y se hacían por encargo en el siglo XVII en Holanda. La gente pagaba para retratarse. En este caso fue encargado por la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam para decorar la sede de la milicia. Los arcabuceros formaban parte de una organización municipal destinada a patrullar y vigilar las calles de Ámsterdam. Utilizaban el arcabuz, un arma de fuego larga pero con un disparo de corto alcance.
En el cuadro aparecen veinte persona adultas, tres niños y un perro. Admito que no es fácil darse cuenta de todos los detalles por su abigarrada composición y porque es una obra oscura. Y aquí viene otro dato curioso: se llamó Ronda de noche porque debido a la escasa luz se creyó que era el inicio de un patrullaje nocturno, pero en 1947 se le limpió, se le quitó una capa de óxido que lo cubría y se llegó a la conclusión de que en realidad la escena ocurrió de día.
Otra curiosidad es que el cuadro que se exhibe en el museo de Ámsterdam no es, estrictamente hablando, el original sino el original recortado. Si, aunque parezca raro, le cortaron unos pedazos para que pudiera caber en la pared que se le había asignado (¿a quién se le habrá ocurrido semejante idea?).
En esta obra hay dos personajes que ocupan el centro y el primer plano: el capitán Frans Banninck Cocq a la izquierda que con su brazo izquierdo extendido da la orden de salida al alférez Willem van Ruytenburch, a la derecha y vestido con un uniforme más claro. Detrás de ellos aparecen los 18 integrantes de la Compañía. Ellos pagaron aproximadamente cien florines al pintor por aparecer en el cuadro, una suma más que considerable para la época. Los dos oficiales probablemente pagaron más, por el lugar privilegiado que ocupan en el cuadro. En total, Rembrandt cobró 1600 florines por este cuadro. Parece que era buena plata.
El retrato es una representación de estos personajes en el momento de la partida del patrullaje tal como Rembrandt los vio reiteradas veces.
Además, en el cuadro aparecen tres niños corriendo y un perro. Si logras verlos a todos con facilidad te ganarás un viaje de ida y vuelta en el día a Países Bajos en clase turística.
Entre los personajes aparece bien iluminada una mujer, la única del cuadro. Tiene cuerpo de niña y cara de mujer adulta. Se ha escrito mucho sobre quién es. En esta obra de Rembrandt se conoce el nombre y apellido de cada retratado pero no se sabe a quién representa esta mujer. La mayoría de las opiniones se inclinan por identificarla como la primera esposa de Rembrandt que murió de tisis el mismo año que pintó el cuadro y a quien el pintor quiso homenajear de alguna manera. Lo más llamativo es que lleva un gallo colgado en la cintura (agranden la imagen y verán claramente el ave) ¿Qué quiere decir este detalle? Parece que se trataría del símbolo de la milicia.
Y de este cuadro…habría mucho más para hablar pero por hoy dejamos el asunto por aquí.
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La ronda de noche
Harmenszoon van Rijn Rembrandt (Rembrandt)
1642
Óleo
359 × 438 cm
Rijksmuseum, Ámsterdam, Países Bajos
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