La dignidad de la derrota
Por Baltasar Aguilar Fleitas
Escribió Jorge Luis Borges: “Yo sé (todos lo saben) que la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece…”.(1)
La cita es apropiada para encabezar esta nota sobre un cuadro muy conocido de Diego Velázquez llamado La rendición de Breda, del que se habla por estos días en Uruguay. Y es que ha retornado al Museo de Artes Decorativas de Montevideo un tapiz que reproduce esta obra del artista sevillano con las mismas dimensiones del original.
1- La historia
Para entender de qué se trata hagamos un poco de historia.
Por fines del siglo XVI y principios del XVII los Países Bajos se encontraban en guerra con España que había extendido su dominio hasta esa zona. La ciudad de Breda, al sur de Países Bajos, fue muy disputada y cambió de mano varias veces: fue ocupada por holandeses, españoles y franceses hasta 1813, cuando tras la caída de Napoleón pasó definitivamente a ser parte de los Países Bajos.
Al asumir el trono de España, Felipe IV envió un ejército de 40.000 hombres al mando del General Ambrosio Spínola con el fin de reconquistar la ciudad por considerarla un punto clave en la estrategia de expansión española. Del lado de los Países Bajos la defensa de Breda estuvo a cargo de un ejército de menor cuantía liderado por Justino de Nassau.
El resultado final de la batalla fue la rendición de esa ciudad tras un largo asedio, que así pasó nuevamente a manos españolas, hecho que ocurrió el 5 de junio de 1625. El episodio forma parte de la Guerra de los 80 años (1568-1648). La posesión de esta tan deseada plaza fuerte les duró a los españoles solamente unos doce años, dado que los holandeses volvieron a tomar la ciudad en 1637.
2- La pintura
El acontecimiento fue motivo de varias obras de arte, incluida la comedia El sitio de Breda de Calderón de la Barca en la que se inspiró Velázquez. De hecho, la rendición de Breda es más importante desde el punto de vista artístico que en lo estrictamente histórico.
El cuadro de Diego Velázquez, que también se llama Las lanzas, fue pintado luego de su viaje a Italia por encargo de Felipe IV para decorar el Palacio del buen retiro y exaltar a la monarquía española. Muestra el momento en que el comandante neerlandés Justino de Nassau entrega las llaves de la ciudad al general Spínola (que había sido compañero de Velázquez en su viaje a Italia).
Pero es una rendición muy peculiar: la escena se esfuerza en mostrar respeto y clemencia entre los contrincantes. El holandés tiene las llaves en la mano y casi se inclina de manera humillante, cosa que el español impide poniéndole la mano derecha en su hombro en un gesto magnánimo, de modestia y apaciguamiento afín a la imagen que quería popularizar la corona española. Es un final de guerra sin alardes, que evoca la frase de Borges: tanto el vencedor como el vencido otorgan dignidad a la derrota.
Velázquez pinta con realismo los rostros de los soldados y en medio del paisaje sobresalen las lanzas, mucho más numerosas del lado español. El fondo es de guerra, destacando la humareda propia del paisaje bélico.
3- El tapiz
¿Qué relación tiene todo esto con Uruguay?
El tapiz hecho en seda que reproduce a este cuadro fue encargado en 1920 por la familia Ortiz de Taranco para decorar su residencia “construida a principios del siglo XX sobre los cimientos del antiguo Teatro de Comedias (el primero que hubo en la ciudad), [que] fue cedido en 1943 al Estado junto con la colección de arte creada por sus propietarios".
“El Museo fue creado en 1972 y en 1975 el edificio fue declarado monumento histórico. Alberga, además de parte del mobiliario y la decoración original, una colección de pintura y escultura que contiene piezas de gran valor histórico y artístico.” (2,3)
De tanto estar colgado sufrió daños en la parte superior por lo que el año pasado fue sometido a un cuidadoso proceso de restauración en la Real Fábrica de Tapices de Madrid luego de un viaje homérico en avión y camión. El pasado 25 de febrero fue recibido nuevamente en Uruguay y se exhibe al público en rigurosas condiciones de cuidado. La restauración tuvo un costo de 18.000 euros.
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Referencias
1- Nota para un cuento fantástico en La cifra (1981)
2- El Museo de Artes Decorativas está en el Palacio Taranco, 25 de mayo 376, Montevideo.
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Ficha técnica de la pintura
La rendición de Breda o Las lanzas
Diego Velázquez
Hacia 1635
Óleo sobre lienzo
307 x 367 cm
