Manu Chao - Por el suelo
Por Tejo Mattioli
Sobrevivimos a un fin de semana extremo, casi 40 grados en Montevideo. Bomberos y vecinos apagaron más de 50 focos de incendios. Un mes y medio sin lluvia. El paisaje amarillo. Y en la radio comenzó a sonar Manu Chao. Perdido en el tiempo, encontró la forma de salir del lejano 98 hasta hoy. Ese año el exlíder de Mano Negra sacaba el disco Clandestino, un disco hecho de a pedacitos, de samples, de pequeñas melodías, de a retazos de letras que se fueron cociendo, y construyendo un disco rebelde. Un disco que nacía de la derrota, pero que se transformaba en un futuro posible, en una denuncia, en una construcción casi colectiva, porque Manu, su autor, recurrió a ritmos, amigos, paisajes, lugares, sonidos, de muchas partes. Entre las muchas cosas que ese disco visitaba, una era la catástrofe ambiental que los humanos estamos generando en el planeta. Hoy con esta seca, y tanta temperatura, volvió este disco desde fines del siglo pasado a recordarme que para ese mundo futuro mejor, diverso y sustentable aún falta mucho para construirlo
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